Cómo evitar el robo de wifi

Estas prácticas se producen por el desconocimiento de las normas de seguridad de nuestras contraseñas, que muchas veces son demasiado débiles o simplemente no existen.

Muchas personas dejan abierta la red wifi de su hogar para que puedan acceder otros miembros de la familia sin contraseña, y esto puede provocar que una persona ajena a tu hogar utilice esa red sin tu consentimiento. Además, muchas de las contraseñas que se utilizan son las que vienen por defecto en nuestro router, y suelen ser poco seguras.

robo de wifi

El Código Penal español establece que esta práctica es un delito y que las consecuencias pueden ser más graves de lo que pensamos. Una contraseña débil o una red abierta puede provocar que una tercera persona acceda a nuestra red wifi y la utilice con fines fraudulentos, lo que provocaría que a la hora de buscar un culpable se apunte directamente a nosotros.

Según Fernando de la Cuadra, director de Educación de Eset España, «la interfaz de los routers es muy sencilla. Lo que sucede es que la gente no se quiere complicar ni meterse en internet. Sin embargo, que accedan a tu red no sólo puede implicar que consuman tu wifi: el intruso puede estar cometiendo delitos en tu nombre, como por ejemplo descargar pornografía infantil».

«Si está en tu red local puede tener acceso también a información que esté almacenada en los ordenadores conectados. Por ejemplo, a través de Facebook también puede tener acceso a datos muy valiosos», ha añadido.

El acceso a una red wifi que no es la nuestra es un delito tipificado en los artículos 255 y 256 del Código Penal, que hablan de las defraudaciones del fluido eléctrico y análogas. Según Carlos Sánchez Almeida, abogado experto en delitos informáticos, «en el supuesto en el que lo defraudado no llegue a los 400 euros no es delito, sino una falta. El problema es que romper las contraseñas y acceder a una red privada podría ser un delito de revelación de secretos, tipificado en el artículo 197 del CP. Y en ese caso las penas van de 1 a 4 años de prisión».

Para evitar que terceras personas accedan a nuestra red wifi sin nuestro consentimiento, podemos seguir una serie de medidas de seguridad. Lo primero y más recomendable es cambiar el usuario y contraseña que vienen por defecto en nuestro router. Existen herramientas en internet que te ayudarán a crear una contraseña robusta.

Debemos estar alerta para identificar posibles síntomas de que alguien además de nosotros está navegando con nuestro wifi. Si detectamos que nuestra conexión está siendo más lenta de lo habitual, podemos sospechar que alguien está usando nuestra conexión sin permiso y cambiar de nuevo la contraseña.

Para cambiarla, podemos ponernos en contacto con nuestro proveedor y el servicio técnico nos dará las pautas necesarias para hacerlo.

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